Liderazgo

10 Frases que todo buen jefe debería decir cada día...

David Vega

David Vega

02 oct. 2014

El autor de libros sobre liderazgo, emprendidurismo y técnicas para la mejora de procesos de gestión, Jeff Haden, plantea un decálogo de frases que todo jefe debería decir todos los días a sus empleados para provocar un cambio positivo, tanto en su vida como en la de quienes le rodean. ¡Ponlas en práctica e inicia el cambio! 

  1. No impongas tu autoridad. Que tengas el mando no significa que seas más inteligente que los que te rodean. En cualquier caso justifica tus decisiones o razonamientos de forma lógica, sin hacer uso de tu autoridad. Las críticas o cuestiones te permitirán tomar decisiones consensuadas, propiciando la colaboración y la unidad.
  2. Reconoce tus equivocaciones. Lejos de perderte el respeto, tus empleados valorarán de forma positiva que reconozcas cuándo te equivocas. Es una muestra de una gran consideración con los que te rodean.
  3. Felicita por un buen trabajo. Halagar el trabajo bien hecho siempre será bien recibido. Es un pequeño gesto que no cuesta nada y que contribuye a hacer sentir más feliz a quien recibe el elogio. No importa el tiempo que haya pasado, felicitar a alguien por sus logros, le recordará que lo valoras.
  4. Dar las gracias. Nunca olvides agradecer a los demás lo que hacen por ti o responder “de nada, me gustó hacerlo” cuando alguien te muestra su gratitud. Ser siempre el centro de atención puede suponer un desgaste, haciéndote sentir inseguro o intranquilo. Así que comparte los agradecimientos y felicitaciones con tu equipo.
  5. Pedir ayuda. Pedir ayuda de forma sincera y con humildad, independientemente del cargo o función de la otra persona, te ayudará a conseguir todo lo que necesites. Muestra respeto y buena predisposición, son cualidades que cualquier líder debe tener.
  6. Discúlpate por tus fallos. Es importante pedir perdón por palabras o acciones inadecuadas, o que pueden haber molestado a otra persona explicando tus motivos. Cuando lo hagas, asume tu falta sin peros y sin echar la culpa a la otra persona. Ambos podréis volver a empezar desde cero.
  7. Pide que te enseñen. Saber cómo o por qué hacer algo es mucho más productivo que pedir consejos. Cuando pides a alguien que te enseñe, demuestras que valoras su experiencia y criterio, además de tu confianza en esta persona.
  8. Ofrece tu ayuda.  Mucha gente no se atreve a pedir ayuda porque cree que es una muestra de debilidad, así que cuando te ofrezcas a ayudar especifica: “tengo unos minutos, ¿quieres que te ayude a terminar eso?”.
  9. Compórtate como quieras que lo hagan tus empleados. Debes ser un ejemplo a seguir para ellos.
  10. Cuando estés enfadado o sientas frustración, mejor no digas nada. Decir lo que piensas o sientes no te hará sentir mejor. Antes de pronunciarte, recapacita cómo se van a sentir tus empleados al oír lo que les tengas que decir.

“Un gran líder es el que puede ayudar a otros a descubrir su potencial por sí mismos”

Bo Bennet

Escrito por

David Vega
David Vega

The one and only CEO de Lexington, David es la esencia de nuestro #RebelDNA, ¡y es que lo lleva en la sangre! Probablemente, una de las personas que más sepa sobre espacios flexibles y sobre cómo hacer que las oficinas se conviertan en el best match del talento. Es el líder de los planes improvisados con el equipo y el culpable de haber formado esta gran familia que somos en Lexington. ¿El mejor? El mejor.

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