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María Abraín
29 Jun 2023
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Imagina que tienes una idea brillante para un nuevo negocio. Ya has creado un plan sólido y estás listo para llevarlo a la práctica. Pero hay una pregunta que aún debes resolver: de todos los tipos de sociedades mercantiles que existen, ¿cuál se adapta mejor a mi proyecto? Esta decisión es crucial, ya que puede afectar en varias cosas, desde la cantidad de impuestos que pagarás, hasta tu responsabilidad financiera personal.
Desde Lexington queremos que lo tengas claro y en este artículo vamos a explorar los diferentes tipos de sociedades mercantiles.
Una sociedad empresarial es una entidad jurídica formada por dos o más personas que se unen para llevar a cabo una actividad económica con el objetivo de obtener beneficios. Cada miembro aporta algo al negocio y todos los socios comparten los beneficios y las pérdidas.
Las sociedades empresariales se pueden dividir en mercantiles y no mercantiles, según su naturaleza y la forma en que están organizadas.
Las sociedades no mercantiles no tienen el objetivo de generar beneficios para los socios. Se crean con fines culturales, educativos, científicos, deportivos o religiosos. Sin embargo, pueden llevar a cabo actividades económicas para lograr sus fines. Algunos ejemplos son:
Cuando decides comenzar tu camino en el mundo empresarial, además de aprender a ser tu propio jefe, necesitas escoger muy bien el tipo de sociedad mercantil correcta.
La Sociedad de Responsabilidad Limitada, o SRL, es una de las más comunes, especialmente para Pymes.
Esta sociedad limita la responsabilidad de los socios al capital aportado, protegiendo su patrimonio personal frente a las posibles deudas de la empresa. El capital mínimo para su constitución era de 3000 €, pero la última modificación de la Ley de Sociedades de Capital lo redujo a 1 €.
La SRL es una sociedad sencilla y rápida de constituir y permite a los socios tomar decisiones de manera ágil y flexible. Sin embargo, puede presentar desventajas, como la dificultad para obtener financiación externa.
La Sociedad Anónima (SA) es muy popular, especialmente entre las grandes empresas. Para su constitución, requiere un capital mínimo de 60.000 € y su gestión es más compleja.
Su principal característica es que el capital está dividido en acciones, que pueden ser compradas y vendidas libremente por los accionistas. La elección entre SRL y SA dependerá en gran medida de las necesidades, el tamaño y las aspiraciones de crecimiento de tu negocio.
Además de las SRL y las SA, existen otras sociedades mercantiles que pueden ser una opción viable para tu negocio. Repasemos algunas de ellas:
En la Sociedad Colectiva todos los socios, en nombre colectivo y bajo una razón social, se comprometen a participar en la misma proporción en los derechos y obligaciones de la empresa.
A diferencia de la SRL y la SA, en la Sociedad Colectiva, los socios tienen una responsabilidad ilimitada frente a las deudas de la empresa, lo que significa que, si la empresa contrae deudas, los socios deben responder con su patrimonio personal.
La Sociedad Comanditaria se caracteriza por tener dos tipos de socios: los socios colectivos, que administran la empresa y responden de forma ilimitada ante las deudas, y los socios comanditarios, que aportan capital y cuya responsabilidad se limita a su aportación. Este tipo de sociedad permite combinar la gestión activa de algunos socios con la inversión pasiva de otros.
En una Sociedad Laboral, los trabajadores son a la vez propietarios de la mayoría del capital social. Se rige por los principios de participación democrática, la cooperación y la solidaridad entre los miembros, y tiene como objetivo principal el empleo estable y de calidad.
Una Cooperativa es una sociedad mercantil de carácter social caracterizada por la gestión democrática, la cooperación y el beneficio mutuo de sus socios. Los miembros participan activamente en la toma de decisiones y comparten los beneficios generados por la empresa.
Elegir bien el tipo de sociedad mercantil de tu negocio es fundamental para comenzar tu emprendimiento con buen pie. Ten cuenta lo siguiente:
En primer lugar, tu nivel de riesgo aceptable. Las SRL y las SA protegen tu patrimonio personal. En cambio, en algunas otras modalidades tu patrimonio personal podría utilizarse para saldar las deudas de la empresa.
En segundo lugar, tus necesidades de financiación. Si vas a necesitar mucho capital, una sociedad anónima con sus acciones e inversores podría ser una opción atractiva. Las SRL serán más adecuadas para necesidades de capital más modestas.
Por último, el grado de control que quieres tener. Las sociedades anónimas tienen accionistas con voz y voto, que podrían limitar tu control.
En definitiva, el mejor tipo de sociedad dependerá de tus circunstancias y objetivos.
Antes de elegir el tipo de sociedad mercantil correcto, estos son algunos aspectos esenciales a considerar:
Ahora que sabes qué tipos de sociedades mercantiles y no mercantiles existen, podrás tomar una decisión informada. Recuerda que el tipo de sociedad puede tener un gran impacto en el éxito y crecimiento de tu empresa.
El autor
¿Puede ser que nuestra Chief Financial Officer y responsable de RR.HH. sea la persona con mejor vibra de todo Lexington? ¡Por supuesto! Durante sus casi 20 años dedicados a Lexington, jamás ha perdido esa risa que se nos contagia a todxs entre números, previsiones y procesos de selección. Anima cualquier lunes.
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