María Abraín
10 Jan 2019
Cada día son más las empresas que buscan una guía con la que encauzar cada paso o decisión empresarial que toman. Por este motivo, el plan estratégico se ha convertido en una herramienta imprescindible en todas aquellas organizaciones que buscan cumplir su misión y hacerse un lugar en el presente, pero, sobre todo, que buscan alcanzar su visión y posicionarse como empresas que miran al futuro y conocen el camino para llegar hasta él sin renunciar a su filosofía.
“Un buen plan estratégico permite a una empresa definir dónde está y dónde quiere llegar”
Un plan estratégico es una herramienta que define los objetivos empresariales que la compañía desea alcanzar y la manera en la que el proceso se va a llevar a cabo, alineando a toda la organización hacia la misma dirección.
¿Dónde quieres que esté la compañía en unos años? Definir el objetivo empresarial es el primer paso para elaborar un plan estratégico en una empresa. Y es que, sin objetivos ni propósitos, no hay futuro.
Una vez el objetivo está bien definido es importante analizar la propia empresa y los competidores directos. Es fundamental conocer cuál es el valor diferenciador de la organización y cuál es su origen para intentar reforzar este aspecto.
Con todos los datos del análisis, el diagnóstico pretende organizar y detectar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Esta herramienta de gestión empresarial, conocida como análisis DAFO, ayuda a emprender el diseño de la estrategia empresarial, poniendo el foco tanto en el nivel externo como en el nivel interno de la compañía.
Es muy importante que los objetivos estén bien definidos para que, incluso cada pequeña tarea fácil de conseguir, vaya acercando a la empresa a los objetivos planteados.
Es el momento de implantar todo lo definido en los pasos anteriores e ir controlando que la guía se está llevando a cabo en cada área de la compañía.
Elaborar un plan estratégico exitoso requiere de mucho esfuerzo por parte de las empresas. Es un trabajo laborioso y que requiere de mucha dedicación, pero los beneficios de su creación compensan con creces los esfuerzos destinados al proceso. Estos son los beneficios que aportan a las compañías:
Elaborar un plan estratégico hace que se desgrane cada parte de la empresa e incluso que se descubran áreas que aún estaban sin explorar. Dedicar tiempo y esfuerzo a conocer la empresa, analizar competidores y diagnosticar oportunidades es fundamental para conseguir un buen posicionamiento y seguir avanzando.
Conocer a fondo la empresa hace que sea mucho más fácil detectar las oportunidades y estar preparado para hacer frente a todo tipo de cambios internos o externos, positivos o negativos.
En definitiva, un buen plan estratégico permite mejorar el proceso de la toma de decisiones estratégicas de una organización, disminuyendo el tiempo y los recursos destinados a las decisiones improvisadas y anticipándose a los hechos.Un plan estratégico es una herramienta indispensable en toda compañía que pretende visualizarse a medio plazo y proyectarse con éxito hacia el futuro.
“Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”William Thomson Kelvin
El autor
¿Puede ser que nuestra Chief Financial Officer y responsable de RR.HH. sea la persona con mejor vibra de todo Lexington? ¡Por supuesto! Durante sus casi 20 años dedicados a Lexington, jamás ha perdido esa risa que se nos contagia a todxs entre números, previsiones y procesos de selección. Anima cualquier lunes.
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